Final del curso 2020 ¿Y ahora qué?


FIN DE CURSO. ¿ADIÓS O HASTA PRONTO?

A pesar de que a los maestros todavía nos quedan un par de semanas de intenso trabajo (mucho papeleo que rellenar, reuniones con familias, Claustros, recoger el aula, entregar notas, reclamaciones...) hoy es 23 de junio y,  un año más,  ha llegado el final del curso tan ansiado por unos y tan temido por otros (ya sabéis... la vida del interino).

Además, este año, con la pandemia de la Covid-19 estamos viviendo una situación realmente compleja y sin precedentes la cual hace que esta despedida sea surrealista, triste y difícil. 

Este final de curso es muy diferente.Mucho más de lo que nunca hubiéramos deseado.

No se ha escuchado la campana de las 13:00 horas y sus correspondientes gritos de alegría que anuncia el inicio del tan ansiado verano y el final de las clases. En especial, pienso en los alumnos y alumnas alumnos de 6º de Primaria, quienes finalizan su etapa escolar sin una merecida graduación y despedida del que ha sido su segundo hogar durante muchos años.

Tampoco ha habido abrazos y besos con los que despedirse de nuestros alumnos. Algunos maestros corren la suerte de poder volver al mismo colegio  el curso que viene... pero... nosotros los maestros interinos no podemos decir lo mismo (o quizá sí, nadie lo sabe).

Lo que este final de curso tan atípico no ha cambiado ha sido nuestra pena incertidumbre al recoger el que ha sido nuestra aula durante todo un año.

En mi caso puedo decir que ha sido la clase de Pedagogía Terapéutica más acogedora del mundo, un aula en la que he sido plenamente feliz, pues me ha brindado la oportunidad de desempeñar la profesión más bonita que existe con los alumnos más maravillosos que nunca me hubiera podido imaginar. 

Su olor a goma de borrar y sus paredes llenas de dibujos y trabajos me recuerdan que esta despedida tiene más de "hasta pronto" que "adiós" ya que nunca voy a dejar de luchar y pelear por conseguir mi meta, esa plaza definitiva tan anhelada por tantos y tantos maestros con verdadera vocación.

Tantas preguntas nos invaden estos días la mente; ¿dónde acabaré el curso que viene? ¿estaré lejos de mi ciudad? ¿lejos de mi familia?... muchas cuestiones que, por desgracia, no tienen repuesta hasta casi acabado el verano, por lo que, para muchos maestros más que un tiempo para relajarse y descansar, el verano se convierte en la estación del año con más ansiedad del año. 

No obstante, tenemos que aprender a vivir con ello, evitando tener todo el día en la cabeza miedos y dudas que no sirven para nada.  Tenemos que aprender a dejar fluir las cosas, a convivir con lo que la vida nos va dando, evitando buscar respuestas de manera inmediata a todos los interrogantes de nuestro futuro más próximo.

Disfrutemos del verano, de nuestras familias y amigos de los que tanto tiempo hemos estado separados.

Todavía no lo sabes, pero el curso que viene hay un colegio que ya te espera con los brazos abiertos.


Nunca lo he dudado, pero ahora tengo más claro si cabe que, ser maestra de Educación Especial es una profesión tan compleja como enriquecedora.

Cada pequeño logro y progreso se celebra como la mayor de las fiestas, y durante esa celebración, revives de nuevo el motivo por el que un día comenzaste esta aventura".

"Confía, sé positivo. Todo llegará"

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